Diestra no hace más que reírse de la torpeza de Zurda. Todas las tareas que ella es capaz de realizar todos los días con los ojos cerrados, a Zurda le cuestan horrores. Aunque, en el fondo, sospecho que es una forma de esconder su complejo de inferioridad. Nunca ha querido reconocerlo, pero tiene envidia de la personalidad y del intelecto de Zurda.
A mí, la verdad, es que me trae sin cuidado los sentimientos que puedan tener cada una de ellas. Ya se apañarán con sus envidias y sus complejos, sus miedos y sus anhelos. Lo único que importa, realmente, es que hagan lo que yo quiero. Cual es, si no, el sentido de su existencia.
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