jueves, 28 de abril de 2011

Lluvia de abril



El día va nublándose y no puedo por menos que imaginar que por la tarde lloverá. Que saldré a dar una vuelta y mis pies pisarán las calles melancólicas de Madrid.

En las suelas de mis zapatos se irán pegando retazos del dolor que la gente ha ido arrojando a los charcos. Porque en los días de lluvia -sobre todo después de una larga temporada de sol- hay mucha gente que sale sin paraguas, mira al cielo gris y aprovecha que las gotas de lluvia recorren su cara para llorar abiertamente y camuflar así sus propias lágrimas.

Y así, al igual que el dolor ajeno se impregnará en mí, yo también soltaré el mío. Se pegará en las suelas de otros zapatos y viajará en otros pies a la vez que se irá diluyendo, de charco en charco.

– Mystic

martes, 19 de abril de 2011

El silencio


Tu silencio habló por ti.
Ese silencio, que va envolviéndolo todo.
Ese silencio, que se alía con el tiempo
y va callando, va muriendo.

Quise escuchar al silencio,
no ya un arrullo, ni caricias balsámicas.
Me bastaba un rumor.
Un estertor, si acaso,
sería más bello que el vacío. 

Quise escuchar al silencio
mas el silencio no habló.
Calló el silencio y cayó al suelo.
Y cayeron con él recuerdos. 

Caen, goteando sobre el suelo,
los recuerdos y el silencio,
que, en póstumo homenaje,
unen sus cuerpos para diluirse,
poco a poco, con la lluvia de Abril. 

Mystic


domingo, 17 de abril de 2011

Tokio blues


"Aún después de que la luciérnaga hubiera desaparecido, el rastro de su luz permaneció largo tiempo en mi interior. Aquella pequeña llama, semejante a un alma que hubiese perdido su destino, siguió errando eternamente en la oscuridad de mis ojos cerrados. Alargué la mano repetidas veces hacia esa oscuridad. Pero no pude tocarla. La tenue luz quedaba más allá de las yemas de mis dedos."

"-¿Por qué estás ausente?
-Quizá porque aún me cuesta volver a la vida cotidiana -concedí tras pensar unos instantes-. Me da la impresión de que este no es el mundo real. La gente, las escenas que me rodean no me parecen reales."

Tokio blues (Norwegian wood)
- Haruki Murakami -

sábado, 9 de abril de 2011

Tinta

Lo que quedó en el tintero, déjalo estar. Esfuérzate por escribir bellas palabras y no emborrones lo que ya escribiste, que la tinta sirve para ambos menesteres.
Sin duda, más trabajoso es el primero pero también más gratificante. Y tu alma se verá recompensada, porque, al fin y al cabo, es para quien escribes.





miércoles, 6 de abril de 2011

Hálito [Haiku]


Hábita y mora.
Su hálito retiene,
y en mí reposa.


Mystic