jueves, 19 de mayo de 2011

Acuarelas


En tu cara veo como tus labios dibujan
una sonrisa pintada de acuarelas.
Y yo los beso.
Para robarte los colores.

Esos colores que se me escapan
cuando quiero atraparlos.
Poseerlos.

Y por tu cuerpo resbalan.
Y yo juego a perseguirlos.
Se entremezclan,
formando colores nuevos.

Y así, se escabullen
mientras cumplo la condena
de perseguir colores etéreos.

Por tu cuerpo.


– Mystic –

martes, 17 de mayo de 2011

Al acecho


Entre las ranuras que conforman su ser se encuentra agazapada. Y cual castigo divino esperando ser infligido a un simple mortal, heme aquí esperando –deseando incluso– recibir su azote.
Esa especie de violencia contenida aguarda pacientemente, pues la espera retroalimenta su ser y da sentido a su existir.

– Mystic –

lunes, 16 de mayo de 2011

Densa niebla



Se reitera el semblante de la duda
que no ceja en su empeño
y aparece, insospechado,
trastocando mis defensas.

Y los golpes del verdugo
martirizando las sienes
cuando intenta arrebatar
un sentimiento a la noche.

Un destello de coraje
y el tren del más allá
que pretende atravesar
la densa niebla.

Y el semblante se reitera,
y me pregunta…
Y yo no sé qué contestar.


– Mystic –

domingo, 15 de mayo de 2011

Huellas



Invoco a mis pasos.
Avisadme cuando me encontréis.
Doblegado.


– Mystic –

martes, 10 de mayo de 2011

En el umbral



Atravesé el umbral.
Lo crucé y me aferré.
Resbalé, grité.
Dormí, soñé.

Y me perdí.
Otra vez.

Ahí, el umbral.
Tantas veces traspasado.
Tantas veces profanado.
Tantas, que ya no sé dónde estoy
ni qué es lo que me rodea.

Así que, dime dónde estoy.
¡Pero dime dónde estoy!

Es irreal.
Esto no existe.
Solo fluye, imperceptible.

Como el tiempo y el azar.
Cuando tiemblo.
Es irreal.

Y cuando creo sentir
que es real la irrealidad,
cruzo el umbral.

Y nunca sé que hay que saber.
Y nunca siento que lo siento.
Y siempre quiero querer.
Y siempre muero por dentro.

En el umbral.


– Mystic –